Nota global : 9/10
Nota literaria: 9/10
Mi resumen
Alan Winters es ejecutivo de una importante corporación financiera norteamericana. Recientemente, su único hermano, Robert, a quien casi no veía, ha fallecido. Ahora no le queda ninguna familia, puesto que sus padres hace ya algunos años que han muerto.
Alan tiene sentimientos de culpa, pues en los últimos años, prácticamente había perdido contacto con su hermano. Y es que sus caminos, tan distintos e incompatibles, los habían alejado irremediablemente. Robert, libre y soñador desde niño, había optado por convertirse en escritor luego de abandonar la carrera de derecho, cosa que había producido una enorme decepción en su padre. Alan, en cambio, más dispuesto a encajar en el mundo, había elegido las finanzas, y ahora era un empleado “ejemplar” en una firma importante. De hecho, la última vez que se vieran, Alan no había sido capaz de defenderlo, cuando, durante una fiesta dada en su departamento, Robert se había presentado de improviso, desaliñado como acostumbraba últimamente, y uno de sus invitados, en plan de burla y desprecio, le había vaciado su copa sobre la cabeza.
Alan se cuestiona ahora por qué no había podido comprender a su hermano, por qué no había intentado siquiera acercarse a él, buscarlo. En esa dirección discurren sus pensamientos cuando un mensajero se presenta en su casa y le entrega un paquete, cuyo remitente es nada menos que Robert. Asombrado, Alan descubre el envoltorio y encuentra un libro de cuentos de Charles Perrault, el favorito de ambos en la infancia, y en el que, además, después descubriría, en un cifrado oculto, un mensaje de Robert en el que le pide que vaya a verlo porque por fin ha encontrado algo que lo haría muy feliz: la puerta de Lindisfarena.
Es así que tras pedir unos días de vacaciones, aunque con la promesa de no apagar el celular, Alan se dirige a Saint George’s Sanatorium, una casa de reposo donde Robert había pasado sus últimos años. Alan sentía que le debía al menos eso a su hermano, además, podría conocer el trabajo que había venido haciendo.
La visita de Alan a Saint George’s Sanatorium, ubicado en medio de un gran bosque en el Pacífico Noreste, llamado Lindisfarena, será, literalmente, la puerta hacia un mundo distinto, desconocido e irreal para la mayoría, pero existente al fin y al cabo.
Desde su primer contacto con el bosque, Alan percibirá una energía especial, que si bien al inicio le asusta, logra envolverlo y producirle una sensación vivificante.
En este camino, Alan tendrá la ayuda de los amigos de su hermano, quienes sabían que él iría hasta Lindisfarena en una búsqueda especial. Así, recibirá el apoyo de Elisse, una doctora, en quien, además, encontrará el amor; de Alistair, el guardián; de Freddie y Thaddeus, pacientes del sanatorio. Pero también correrá peligro por la ambición del director del sanatorio, un tal Norfolk, quien estaba convencido de que Robert había hecho un descubrimiento real que se podría dar a conocer al mundo; así recobraría renombre y ganaría fama.
Para seguir su camino, Alan tendrá que hacer a un lado su vida presente, tan monótona y enfocada al trabajo, y deberá recobrar sus sueños y aspiraciones de niño; solo así irá encontrando las respuestas que necesita para dar finalmente con la puerta que le permitirá acceder a ese lugar que su hermano, después de años de búsqueda, pudo hallar.
El último tramo hacia la puerta no podrá ser más accidentado. Afortunadamente, Alan contará con el apoyo de los que ahora también son amigos suyos, y podrá dar el gran paso, el gran salto en este caso. Al despertar, se hallará en un mundo igual y a la vez distinto a este, y ahí, para regocijo suyo, lo esperará Robert. Este le explicará, entonces, que el mundo que imaginaban de niños, ese que inspiraba las grandes historias que su madre les leía, y esas muchas otras que hasta hoy se cuentan y que hablan de seres fantásticos y mitológicos, sí existe. Es más, le confesará que él había muerto en un mundo para vivir en el otro por decisión propia. Alan, en cambio, podría estar allá y venir cuando quiera donde él con solo desearlo.
La experiencia única que vive Alan le hace retomar sus sueños de infancia y en adelante enfoca su vida a hacer lo que siente.
Apreciación general
En una frase : Una historia fascinante sobre buscar y encontrar. Alan Winters decide ir en busca de la puerta de Lindisfarena para acceder a un mundo extraordinario, desconocido por la mayoría, que su hermano, muerto recientemente, había encontrado y quería compartir con él. Creatividad y una estupenda narrativa se han conjugado para crear esta cautivante novela, llena de misterio.
Qué he apreciado especialmente :
- Una buena historia, misteriosa, envolvente.
- Gran narrativa.
- Es una novela bastante visual.
- Figuras literarias bien empleadas, sobre todo, los símiles, que son muy originales, y que han hecho de algunos párrafos, unas piezas realmente exquisitas.
- En cuanto a ortografía, es una novela correctamente escrita.
Otros comentarios
Estilo literario :
Una muy buena narrativa, cautivante y amena. El autor ha construido párrafos realmente estupendos, que leerlos produce placer. Se percibe la espontaneidad al escribir: no hay nada que parezca artificial, y eso, no es muy fácil de lograr. Además, es una novela bastante visual, sensorial; se puede decir que uno llega a sentir lo que lee, más aún con el suspenso que genera el misterio en torno a la historia.
Mi impresión sobre el título del libro :
Creo que es apropiado, pero quizá podría mejorarse.
Qué opino de los personajes :
Los personajes han sido bien definidos.
Qué opino del tema general del libro :
Si bien la historia narrada en la novela puede ser calificada como fantástica, hay un trasfondo que comprende la importancia y necesidad de vivir más acorde con los sueños, ideales y convicciones personales, es decir, siendo uno mismo y aprendiendo a lidiar con los parámetros impuestos por este cambiante mundo.
¿Este libro sería una buena película? :
Claro que sería una buena película. La novela es bastante visual y ofrece muchas posibilidades para el cine. Ya estoy queriendo verla.
evaluación hecha por Ziva
Mi resumen
Alan Winters es ejecutivo de una importante corporación financiera norteamericana. Recientemente, su único hermano, Robert, a quien casi no veía, ha fallecido. Ahora no le queda ninguna familia, puesto que sus padres hace ya algunos años que han muerto. Alan tiene sentimientos de culpa, pues en los últimos años, prácticamente había perdido contacto con su hermano. Y es que sus caminos, tan distintos e incompatibles, los habían alejado irremediablemente. Robert, libre y soñador desde niño, había optado por convertirse en escritor luego de abandonar la carrera de derecho, cosa que había producido una enorme decepción en su padre. Alan, en cambio, más dispuesto a encajar en el mundo, había elegido las finanzas, y ahora era un empleado “ejemplar” en una firma importante. De hecho, la última vez que se vieran, Alan no había sido capaz de defenderlo, cuando, durante una fiesta dada en su departamento, Robert se había presentado de improviso, desaliñado como acostumbraba últimamente, y uno de sus invitados, en plan de burla y desprecio, le había vaciado su copa sobre la cabeza. Alan se cuestiona ahora por qué no había podido comprender a su hermano, por qué no había intentado siquiera acercarse a él, buscarlo. En esa dirección discurren sus pensamientos cuando un mensajero se presenta en su casa y le entrega un paquete, cuyo remitente es nada menos que Robert. Asombrado, Alan descubre el envoltorio y encuentra un libro de cuentos de Charles Perrault, el favorito de ambos en la infancia, y en el que, además, después descubriría, en un cifrado oculto, un mensaje de Robert en el que le pide que vaya a verlo porque por fin ha encontrado algo que lo haría muy feliz: la puerta de Lindisfarena. Es así que tras pedir unos días de vacaciones, aunque con la promesa de no apagar el celular, Alan se dirige a Saint George’s Sanatorium, una casa de reposo donde Robert había pasado sus últimos años. Alan sentía que le debía al menos eso a su hermano, además, podría conocer el trabajo que había venido haciendo. La visita de Alan a Saint George’s Sanatorium, ubicado en medio de un gran bosque en el Pacífico Noreste, llamado Lindisfarena, será, literalmente, la puerta hacia un mundo distinto, desconocido e irreal para la mayoría, pero existente al fin y al cabo. Desde su primer contacto con el bosque, Alan percibirá una energía especial, que si bien al inicio le asusta, logra envolverlo y producirle una sensación vivificante. En este camino, Alan tendrá la ayuda de los amigos de su hermano, quienes sabían que él iría hasta Lindisfarena en una búsqueda especial. Así, recibirá el apoyo de Elisse, una doctora, en quien, además, encontrará el amor; de Alistair, el guardián; de Freddie y Thaddeus, pacientes del sanatorio. Pero también correrá peligro por la ambición del director del sanatorio, un tal Norfolk, quien estaba convencido de que Robert había hecho un descubrimiento real que se podría dar a conocer al mundo; así recobraría renombre y ganaría fama. Para seguir su camino, Alan tendrá que hacer a un lado su vida presente, tan monótona y enfocada al trabajo, y deberá recobrar sus sueños y aspiraciones de niño; solo así irá encontrando las respuestas que necesita para dar finalmente con la puerta que le permitirá acceder a ese lugar que su hermano, después de años de búsqueda, pudo hallar. El último tramo hacia la puerta no podrá ser más accidentado. Afortunadamente, Alan contará con el apoyo de los que ahora también son amigos suyos, y podrá dar el gran paso, el gran salto en este caso. Al despertar, se hallará en un mundo igual y a la vez distinto a este, y ahí, para regocijo suyo, lo esperará Robert. Este le explicará, entonces, que el mundo que imaginaban de niños, ese que inspiraba las grandes historias que su madre les leía, y esas muchas otras que hasta hoy se cuentan y que hablan de seres fantásticos y mitológicos, sí existe. Es más, le confesará que él había muerto en un mundo para vivir en el otro por decisión propia. Alan, en cambio, podría estar allá y venir cuando quiera donde él con solo desearlo. La experiencia única que vive Alan le hace retomar sus sueños de infancia y en adelante enfoca su vida a hacer lo que siente.
Apreciación general
En una frase : Una historia fascinante sobre buscar y encontrar. Alan Winters decide ir en busca de la puerta de Lindisfarena para acceder a un mundo extraordinario, desconocido por la mayoría, que su hermano, muerto recientemente, había encontrado y quería compartir con él. Creatividad y una estupenda narrativa se han conjugado para crear esta cautivante novela, llena de misterio.
Qué he apreciado especialmente : - Una buena historia, misteriosa, envolvente. - Gran narrativa. - Es una novela bastante visual. - Figuras literarias bien empleadas, sobre todo, los símiles, que son muy originales, y que han hecho de algunos párrafos, unas piezas realmente exquisitas. - En cuanto a ortografía, es una novela correctamente escrita.
Otros comentarios
Estilo literario : Una muy buena narrativa, cautivante y amena. El autor ha construido párrafos realmente estupendos, que leerlos produce placer. Se percibe la espontaneidad al escribir: no hay nada que parezca artificial, y eso, no es muy fácil de lograr. Además, es una novela bastante visual, sensorial; se puede decir que uno llega a sentir lo que lee, más aún con el suspenso que genera el misterio en torno a la historia.
Mi impresión sobre el título del libro : Creo que es apropiado, pero quizá podría mejorarse.
Qué opino de los personajes : Los personajes han sido bien definidos.
Qué opino del tema general del libro : Si bien la historia narrada en la novela puede ser calificada como fantástica, hay un trasfondo que comprende la importancia y necesidad de vivir más acorde con los sueños, ideales y convicciones personales, es decir, siendo uno mismo y aprendiendo a lidiar con los parámetros impuestos por este cambiante mundo.
¿Este libro sería una buena película? : Claro que sería una buena película. La novela es bastante visual y ofrece muchas posibilidades para el cine. Ya estoy queriendo verla.
evaluación hecha por Ziva