Nota global : 9/10
Nota literaria: 9/10
Mi resumen
Madrid, España.
A Ángel, padre de Miguel (nuestro narrador), tras una intervención quirúrgica de descarte, le han diagnosticado un glioblastoma multiforme, un tipo de cáncer muy agresivo que afecta al cerebro. En esta primera operación, le han extirpado un tumor casi en su totalidad; el otro, por su ubicación, es inoperable, es decir, que su extirpación supone un altísimo riesgo para el paciente. La noticia provoca un giro inesperado en la vida de la esposa e hijos de Ángel; pese a que el optimismo es prácticamente una cualidad en todos ellos, son conscientes de que el camino que les toca seguir no será nada sencillo y que deberán asumirlo con entereza.
La oncóloga que lleva el caso de Ángel le prescribe un tratamiento basado en radio y quimioterapia, y es clara al señalar que si este no funciona, son pocas las posibilidades que tendrá de sobrevivir.
Tras dos meses de tratamiento, en los que ha debido lidiar con una serie de efectos secundarios, como la pérdida de peso y un decaimiento físico general, Ángel es sometido a unas pruebas para comprobar la eficacia de las radio y quimioterapias. El estado que revelan estas pruebas es el peor posible: el tumor no operado ha continuado creciendo y el remanente del extirpado ha empezado a expandirse.
Ante este cuadro crítico, la médico propone que Ángel siga un tratamiento nuevo, que ha tenido buenos resultados en pacientes con cáncer de pulmón, pero que aún se encuentra en una fase experimental en otros tipos de neoplasias. Miguel y su hermana mayor, Rosana, que han ido a ver a la doctora, saben que deben jugarse la última carta para tratar de salvar a su padre, y aunque a Miguel no le agrada la idea de que su padre haga de “conejillo de indias”, dadas las circunstancias, accede.
Una nueva etapa en la lucha de Ángel y su familia contra el cáncer comienza entonces. Los cuatro hijos y la esposa de Ángel hacen su parte en este duro camino; comparten obligaciones, se involucran en las visitas al hospital, lo acompañan en su día a día, tratan de que su vida transcurra de forma normal; mientras, van asumiendo que quizá pronto ya no lo tengan entre ellos.
En un inicio, el tratamiento experimental al menos parece reducir los efectos secundarios del tratamiento anterior, pero un día de repente, Ángel sufre una especie de dermatosis. La doctora le reduce la dosis de los medicamentos, asumiendo que las lesiones en la piel se debían a una dosis errónea. Lamentablemente, este tratamiento, al igual que el tradicional, es ineficaz. El deterioro físico y mental de Ángel es cada vez más evidente, y aunque es imposible establecer con exactitud el tiempo que le resta de vida, la doctora plantea que pueden ser unos tres meses.
Por entonces, Miguel es despedido de su trabajo, hecho que no le afecta en lo más mínimo, pues hacía mucho tiempo que estaba harto de él. En realidad, su despido le llega en el momento apropiado, cuando sentía que debía pasar el mayor tiempo posible cerca de su padre. Es así que planea un viaje, el último quizá, que realizará con él. Van juntos a la final de la Champions 2010-2011, en Londres, que enfrenta al Barcelona y al Manchester United.
Miguel desea que su padre, hincha acérrimo del Barcelona, disfrute del espectáculo como siempre lo había hecho con un buen partido de fútbol, pero su estado lo ha sumido en una suerte de permanente somnolencia. Aunque por momentos Ángel tiene algunos ápices de entusiasmo y plena lucidez, la mayor parte del tiempo su mente está como perdida en un lugar que ya no pertenece a este mundo.
Solo al término del partido, que tiene como vencedor al Barcelona, Miguel contempla conmovido hasta las lágrimas cómo su padre celebra jubiloso la victoria de su equipo, aunque pronto vuelve a su letargo, que ahora es su estado normal. Esa lucidez momentánea le retorna después en el hotel, cuando ambos se preparan para acostarse, y al abrir la vieja maleta de cuero rojo en la que Ángel había traído sus cosas, hallan una serie de objetos que solo él podía haber empacado aun cuando no lo recordara: sus palos de billar, un libro de jugadas de billar, una fotografía enmarcada de su boda, un viejo cuaderno azul y una botella de whisky; todos significativos para Ángel, constituyen de algún modo partes de su vida misma.
Una amena conversación los envuelve entonces; mientras brindan con el whisky, van recordando momentos gratos y divertidos, incluso hay lugar para las confesiones, y la risa, sincera e intensa, los acompaña por un buen rato. Es una gran noche, inolvidable sin duda.
Al día siguiente, están de regreso en Madrid. Todos los pasajeros esperan a recoger sus equipajes. Miguel coge su maleta y espera a que aparezca la de su padre, pero poco a poco, la cinta transportadora se vacía sin que aparezca la maleta de cuero rojo. Miguel hace los trámites para solicitar su búsqueda y entrega, pero tiene la sensación de que no la volverán a ver, así como en algún momento sucederá con su padre.
Apreciación general
En una frase : Una historia conmovedora sobre la vida y la enfermedad, cuando el amor de la familia supera cualquier circunstancia y prevalece la entereza para darle lucha a la adversidad. Un estilo fresco que envuelve al lector con un narración fluida, amena y hasta divertida.
Qué he apreciado especialmente :
- Gran narrativa, amena, envolvente.
- Estructura interesante, que narra el presente (que sucede en dos días) entremezclándolo con el pasado (que corresponde a los últimos meses). Al final, presente y pasado confluyen en un mismo punto.
- Historia emotiva, conmovedora.
- Lenguaje impecable.
Otros comentarios
Estilo literario :
La novela es un ejemplo de la excelente conjugación entre una buena historia y un gran estilo narrativo.
Mi impresión sobre el título del libro :
Me parece adecuado. Hace referencia a un elemento de gran significación en la historia.
Qué opino de los personajes :
Han sido bien definidos.
Qué opino del tema general del libro :
El padecimiento de una enfermedad terminal, como el cáncer en estadios avanzados, representa para el paciente, como para sus familiares, un punto de quiebre en sus vidas. Compartir historias como esta, que hablan de la entereza para hacerle frente a la enfermedad, luchar contra ella y asumir el inminente final, nos hacen más sensibles a la realidad de millones de personas en el mundo, muchas muy próximas a nuestro entorno; de algún modo nos orientan sobre las vicisitudes que supone luchar contra la enfermedad, aunque, como dice el narrador, nunca "nadie está preparado para estas circunstancias".
¿Este libro sería una buena película? :
Sí, una muy emotiva.
evaluación hecha por Ziva
Mi resumen
Madrid, España. A Ángel, padre de Miguel (nuestro narrador), tras una intervención quirúrgica de descarte, le han diagnosticado un glioblastoma multiforme, un tipo de cáncer muy agresivo que afecta al cerebro. En esta primera operación, le han extirpado un tumor casi en su totalidad; el otro, por su ubicación, es inoperable, es decir, que su extirpación supone un altísimo riesgo para el paciente. La noticia provoca un giro inesperado en la vida de la esposa e hijos de Ángel; pese a que el optimismo es prácticamente una cualidad en todos ellos, son conscientes de que el camino que les toca seguir no será nada sencillo y que deberán asumirlo con entereza. La oncóloga que lleva el caso de Ángel le prescribe un tratamiento basado en radio y quimioterapia, y es clara al señalar que si este no funciona, son pocas las posibilidades que tendrá de sobrevivir. Tras dos meses de tratamiento, en los que ha debido lidiar con una serie de efectos secundarios, como la pérdida de peso y un decaimiento físico general, Ángel es sometido a unas pruebas para comprobar la eficacia de las radio y quimioterapias. El estado que revelan estas pruebas es el peor posible: el tumor no operado ha continuado creciendo y el remanente del extirpado ha empezado a expandirse. Ante este cuadro crítico, la médico propone que Ángel siga un tratamiento nuevo, que ha tenido buenos resultados en pacientes con cáncer de pulmón, pero que aún se encuentra en una fase experimental en otros tipos de neoplasias. Miguel y su hermana mayor, Rosana, que han ido a ver a la doctora, saben que deben jugarse la última carta para tratar de salvar a su padre, y aunque a Miguel no le agrada la idea de que su padre haga de “conejillo de indias”, dadas las circunstancias, accede. Una nueva etapa en la lucha de Ángel y su familia contra el cáncer comienza entonces. Los cuatro hijos y la esposa de Ángel hacen su parte en este duro camino; comparten obligaciones, se involucran en las visitas al hospital, lo acompañan en su día a día, tratan de que su vida transcurra de forma normal; mientras, van asumiendo que quizá pronto ya no lo tengan entre ellos. En un inicio, el tratamiento experimental al menos parece reducir los efectos secundarios del tratamiento anterior, pero un día de repente, Ángel sufre una especie de dermatosis. La doctora le reduce la dosis de los medicamentos, asumiendo que las lesiones en la piel se debían a una dosis errónea. Lamentablemente, este tratamiento, al igual que el tradicional, es ineficaz. El deterioro físico y mental de Ángel es cada vez más evidente, y aunque es imposible establecer con exactitud el tiempo que le resta de vida, la doctora plantea que pueden ser unos tres meses. Por entonces, Miguel es despedido de su trabajo, hecho que no le afecta en lo más mínimo, pues hacía mucho tiempo que estaba harto de él. En realidad, su despido le llega en el momento apropiado, cuando sentía que debía pasar el mayor tiempo posible cerca de su padre. Es así que planea un viaje, el último quizá, que realizará con él. Van juntos a la final de la Champions 2010-2011, en Londres, que enfrenta al Barcelona y al Manchester United. Miguel desea que su padre, hincha acérrimo del Barcelona, disfrute del espectáculo como siempre lo había hecho con un buen partido de fútbol, pero su estado lo ha sumido en una suerte de permanente somnolencia. Aunque por momentos Ángel tiene algunos ápices de entusiasmo y plena lucidez, la mayor parte del tiempo su mente está como perdida en un lugar que ya no pertenece a este mundo. Solo al término del partido, que tiene como vencedor al Barcelona, Miguel contempla conmovido hasta las lágrimas cómo su padre celebra jubiloso la victoria de su equipo, aunque pronto vuelve a su letargo, que ahora es su estado normal. Esa lucidez momentánea le retorna después en el hotel, cuando ambos se preparan para acostarse, y al abrir la vieja maleta de cuero rojo en la que Ángel había traído sus cosas, hallan una serie de objetos que solo él podía haber empacado aun cuando no lo recordara: sus palos de billar, un libro de jugadas de billar, una fotografía enmarcada de su boda, un viejo cuaderno azul y una botella de whisky; todos significativos para Ángel, constituyen de algún modo partes de su vida misma. Una amena conversación los envuelve entonces; mientras brindan con el whisky, van recordando momentos gratos y divertidos, incluso hay lugar para las confesiones, y la risa, sincera e intensa, los acompaña por un buen rato. Es una gran noche, inolvidable sin duda. Al día siguiente, están de regreso en Madrid. Todos los pasajeros esperan a recoger sus equipajes. Miguel coge su maleta y espera a que aparezca la de su padre, pero poco a poco, la cinta transportadora se vacía sin que aparezca la maleta de cuero rojo. Miguel hace los trámites para solicitar su búsqueda y entrega, pero tiene la sensación de que no la volverán a ver, así como en algún momento sucederá con su padre.
Apreciación general
En una frase : Una historia conmovedora sobre la vida y la enfermedad, cuando el amor de la familia supera cualquier circunstancia y prevalece la entereza para darle lucha a la adversidad. Un estilo fresco que envuelve al lector con un narración fluida, amena y hasta divertida.
Qué he apreciado especialmente : - Gran narrativa, amena, envolvente. - Estructura interesante, que narra el presente (que sucede en dos días) entremezclándolo con el pasado (que corresponde a los últimos meses). Al final, presente y pasado confluyen en un mismo punto. - Historia emotiva, conmovedora. - Lenguaje impecable.
Otros comentarios
Estilo literario : La novela es un ejemplo de la excelente conjugación entre una buena historia y un gran estilo narrativo.
Mi impresión sobre el título del libro : Me parece adecuado. Hace referencia a un elemento de gran significación en la historia.
Qué opino de los personajes : Han sido bien definidos.
Qué opino del tema general del libro : El padecimiento de una enfermedad terminal, como el cáncer en estadios avanzados, representa para el paciente, como para sus familiares, un punto de quiebre en sus vidas. Compartir historias como esta, que hablan de la entereza para hacerle frente a la enfermedad, luchar contra ella y asumir el inminente final, nos hacen más sensibles a la realidad de millones de personas en el mundo, muchas muy próximas a nuestro entorno; de algún modo nos orientan sobre las vicisitudes que supone luchar contra la enfermedad, aunque, como dice el narrador, nunca "nadie está preparado para estas circunstancias".
¿Este libro sería una buena película? : Sí, una muy emotiva.
evaluación hecha por Ziva